Porque las apariencias engañan, y no todo son poses propias de esculturas griegas, ni miradas penetrantes, ni sonrisas Profident... En el fondo tomos somos iguales, con más o menos famas, con más o menos dinero, con un vestido de Alexander McQueen o de Zara... pero en esencia, somos iguales.
¿Que no?
La fiesta que dio Vanity Fair tras la gala de los Oscar (2012) parece que fue un desmadre... o al menos, en el momento de este fotomatón, se volvieron todos un poco más niños, dejando de lado toda la parafernalia de celebrities. Si es que en el fondo... ¡son normales!
XOXO
1 comentario :
Precioso post , sin duda , somos iguales ...
Un Besazo .
www.escuestiondestilo.blogspot.com
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