Es extraño lo que me sucede con "cantantes" como Ke$ha, Miley Cyrus, Paris Hilton, etc. Se que cantan mal (en directos, y ¿por qué no decirlo? sin directos también), que son unas petardas y que se creen diosas del Olympo. Lo se, y lo reconozco... pero también reconozco que no puedo dejar de escucharlas, y que cada vez que sale algún videoclip nuevo (como el que está al comienzo de esta entrada) no puedo dejar de verlo en unos días... y peor aún, ¡de tararear la canción!
Es lo que tiene la música comercial que se mete por los oídos y se aloja sin consentimiento previo en nuestra razón.
Maldita inconsciencia.
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